Almazán es una villa de unos 6000 habitantes, situada en el centro de Castilla en un paraje de colinas repleta de restos históricos que recuerdan el importante papel que jugó la villa en la época medieval.

Rodeada por extraordinarias construcciones monumentales, la Plaza Mayor de Almazán se vislumbra como “plaza castellana” por excelencia. Su ubicación en lo alto de una atalaya y al borde del río Duero, la convierte en un espacio público con un valor paisajístico excelente y privilegiado, compartiendo protagonismo con la Muralla del SXII, la Iglesia de San Miguel del SXII y el Palacio de los Hurtado de Mendoza del SXV.

En el año 2012 se terminaron las obras de remodelación de la Plaza, en las que se consiguió su reordenación, liberarla de obstáculos logrando un entorno despejado donde destacaran los notables edificios históricos que conforman el principal interés turístico de esta villa tanto de día como de noche.

El área destinada al vehículo rodado se reduce, y la reordenación se completa con una nueva escalera que conecta la Plaza Mayor con la Ronda del Duero, que discurre junto al río. Los dos imponentes miradores con su estructura volada en madera y acero minimizan el contacto con las edificaciones existentes y se integran respetuosamente en el casco histórico de Almazán: el mirador del Postigo de San Miguel, con acceso desde la Plaza Mayor y con vistas al paisaje de verde y ocre, y el otro sobre el río Duero, con acceso desde la Ronda del río.

La Plaza Mayor ha recuperado de esta manera así los valores históricos de la Plaza y su relación con el entorno monumental y paisajístico en el que se ubica.