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Crucero - Humilladero (s.XVI)

Descripción del conjunto:1

Monumento realizado en piedra en el año 1557, año que encontramos en una cartela en lo alto del fuste bajo el cimacio (foto 9). El crucero posee características propias del Renacimiento (fotos 1,2 y 3). Se trata de una columna toscana estriada, siendo el acanalado distinto en el tercio inferior. Esata columna se asienta sobre una base jónica y un zócalo decorado con acantos y cuatro gradas. Sobre la columna de templete hexagonal, con una hornacina en cada cara, y separadas por columnillas y querubines bajo ellas, se encuentran las figuras en relieve de San Bartolomé, San Mateo, San Andrés, San Pedro, San Juan Evangelista y Santiago (todo ello muy afectado por la erosión; fotos 4,5,6,7,8 y 9).

La cruz de extremos trilobulares que corona el crucero es un añadido de principios del s. XX, seguramente por la fractura de la anterior, que dado el conjunto escultórico que nos encontramos podría ser similar a la del cruecero de Entrena (La Rioja; fotos 10 y 11).

Era una costumbre anterior a la época renacentista el señalar con cruces los caminos. Este modelo en particular reproduce las cruces procesionales de plata de la época, que se asientan sobre la columna para elevarse.

Historia:
Cenicero, al lograr su independencia de Nájera el día 7 de agosto de 1636, podía juzgar delitos menores en el propio municipio al no estar ya dentro de la jurisdicción civil y judicial de dicha ciudad. Es así como nuestro mal llamado crucero, siguió haciendo las veces de picota, pero esta vez bajo poder judicial cenicerense. Este, hoy monumento, adquirió matices de función expiatoria y de afirmación ética desde el momento que el preso, atado y expuesto a la pública vergüenza, expía la pena de su delito y recuerda a sus convecinos el escarmiento en cabeza ajena.2

Algunos de los delitos que eran penados con la picota eran: vender productos alimenticios en mal estado; falsificar el género o los pesos de cobro; elevar los precios de los productos; falsificar documentos; robar en los corrales; hacerse pasar por otra persona; blasfemar o publicar libelos contra el alcalde u otras personas, etc. Dependiendo del delito podían pasar horas o incluso días atados.3

El fallo de la justicia a ser atado a la picota aparece ya legislada en el s.XIII en el Libro de las Leyes o, más conocido a partir del s.XIV, Las Siete Partidas o Las Partidas, del rey Alfonso X "el Sabio", con el fin de buscar una uniformidad jurídica en el Reino de Castilla.

Durante los siglos XVI y XVII se construyeron la mayoría de este tipo de humilladeros, ya que la Corona otorgó numerosas exenciones a gran cantidad de lugares en reconocimiento a sus aportaciones económicas para sufragar los gastos de las guerras (en el caso de Cenicero, dada la fecha de 1557, puede que fuese por algún tipo de aportación de sus vecinos a Felipe II y las guerras que mantuvo contra Francia, obteniendo este una gran victoria en la batalla de San Quintín el 10 de agosto del mismo). A partir de ser nombrado Cenicero villa esta picota podría haber sido considerada rollo, el cual tenía más categoría que la anterior.

Según la sección "Curiosidades y apuntes históricos de Cenicero", en la revista local El Regadío de 1948, en nuestro crucero se llegaron a colgar "cabezas de los ajusticiados, para que sirviese de escarmiento al pueblo y a los caminantes". También nos dicen que desde 1768 se empezó a finalizar en este el vía crucis con el Calvario en la mañana del Viernes Santo (hecho que hoy en día ya no sucede).4

El 26 de mayo de 1813, reinando José I Bonaparte, las Cortes de Cádiz en su Decreto CCLVIII (258) ordenaron "quitar todos los signos de vasallage que hubiere en los pueblos", por el cual debían de demoler todas las picotas, rollos o humilladeros que se encontrasen en las entardas a estos, casas capitulares, o en cualquier lugar del municipio para que "los pueblos de la Nación Española (...) y su noble orgullo no sufriría tener a la vista un recuerdo continuo de su humillación" (foto 12).5 Persiguiendo con este tipo de decretos desmantelar las esctructuras sociales, económicas y judiciales del Antiguo Régimen y del absolutismo. Para poder salvar, por tanto, de la demolición estas columnas en muchos lugares se colocaron cruces en lo alto, convirtiéndose así en cruceros como el de Cenicero.

El 11 de diciembre de 1813 Fernando VII vuelve a ocupar el trono de España y el 4 de mayo de 1814, tras el Manifiesto de los Persas, suprime las Cortes de Cádiz retornando así a nuestro país el absolutismo de la mano del Antiguo Régimen. Fernando VII derogó toda la legislación anterior y persiguió a los liberales, muchos de los cuales terminaron fusilados, encarcelados o, en el mejor de los casos, exiliados.

Felipe IV, en 1636, a parte de la juridiscción y la picota, también permitió y ordenó a Cenicero colocar horca y otras insignias representativas de la justicia de la época. Pero esa es ya otra historia.

Carretera de Nájera LR-113.

Redacción y fotos de: Oficina de Turismo de Cenicero, 15/12/2022 (David Frías Anzuola).
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1. Gómez Urdañez, J.L. (Coord.)., Cenicero Histórico. Transformaciones económicas y cambios sociales en una ciudad riojana, Logroño, Mogar Linotype S.A., 1987, pp. 202-203.
2. Ibídem, pp. 212-213.
3. Gómez Blanco, A., Horcas y picotas en La Rioja, Logroño, Jaimes Libros, 1984, p. 76.
4. Anónimo, Curiosidades y apuntes históricos de Cenicero, Cenicero, El Regadío, Nº11, Año II, 11 abril 1948, en Gangutia, D.J., El Regadío. Sus primeros 40 años. 1947-1986. Tomo I. 1947-1971, Logroño, Gráficas Pevisa S.L., 2011, p. 77.
5. Lozano Bartolozzi, M. del M., Historia del Urbanismo en España II, Madrid, Ed. Cátedra, 2011, p. 640; y Web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervnates.


Cómo Llegar




















Crucero de Entrena (La Rioja).


Decreto CCLVIII de las Cortes de Cádiz, 26 de Mayo de 1813. Foto Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.